Esta propiedad única se encuentra en la zona del Pacífico Sur de Costa Rica, específicamente en el condado de OSA, provincia de Puntarenas, entre los pequeños pueblos de Uvita y Ojochal, a unas 15 millas al sur de Dominical.

La propiedad mide 52.5 hectáreas y 130 acres de exuberante selva tropical, con fácil acceso por la carretera interamericana o la ruta nacional #34 al este y otras dos carreteras locales en sus límites norte y sur. Estas carreteras cuentan con acceso a electricidad, fibra óptica, televisión, internet de alta velocidad y agua potable. Tras muchos años de esfuerzo, esta increíble propiedad ha obtenido los permisos de construcción y ambientales de la ACIA para un uso de suelo en condominio, que ahora puede adaptarse a sus necesidades. El proyecto cuenta con ocho ubicaciones de construcción independientes que suman un total de 5.2 hectáreas o aproximadamente 12.5 acres de superficie edificable.

Estas ocho ubicaciones están aprobadas para torres de condominios u hoteles de 21 metros de altura o seis pisos, esto es el doble de la aprobación típica de solo tres pisos además han logrado la concesión de agua para su pozo de alta producción que se encuentra en el punto más alto de la propiedad permitiendo que el agua alimente por gravedad al proyecto con esta concesión, han obtenido la aprobación para 1700 residentes, la obtención de estos permisos elimina más de cinco años de tiempo de permisos, lo que le permite crear su proyecto de inmediato.

Esta propiedad está lista para construir. La ley costarricense solo permite el desarrollo de 10% de bosque primario. Debido a esta restricción, la firma de ingeniería SYL ubicó estratégicamente las 8 parcelas para facilitar el acceso a la carretera y maximizar las vistas. Actualmente, los propietarios están en proceso de talar los árboles de las 12.5 acres de terrenos edificables. Este proceso es muy minucioso, ya que cada árbol de más de 8 pulgadas de diámetro tiene una ubicación GPS y está en un inventario supervisado por un agente forestal.

Este proceso de remoción de árboles ha abierto fantásticas vistas desde las parcelas hasta el océano de las 90% restantes de la selva tropical. 12% se conservarán como cinturones verdes entre las 8 parcelas y 78% de la propiedad. 40,8 hectáreas. 100 acres están bajo un programa de protección forestal que otorga el pago de PSA por servicios ambientales y la exención anual del impuesto a la propiedad para que, aunque las 100 acres estén bajo protección forestal, están tituladas a los propietarios y son accesibles para los futuros residentes como un patio de recreo natural privado. Los senderos de senderismo existentes en todo el bosque conducen al arroyo y las cascadas durante todo el año, que son el hogar de una adorable familia de nutrias. Caminando hacia la cascada, los residentes pueden disfrutar viendo monos, perezosos, mariposas y observando aves, además de las fantásticas vistas de la selva tropical y el océano.

La propiedad está justo enfrente de las hermosas playas del Parque Nacional Marino Ballena. La palabra Ballena en español significa ballena, y cientos de ballenas migran de los hemisferios norte y sur, lo que permite realizar recorridos de observación de ballenas de septiembre a noviembre.
El plan maestro propuesto por la firma de ingeniería SYL indica que el mejor uso para esta propiedad sería un complejo hotelero de condominios con productos residenciales multifamiliares, como villas de lujo, condominios y residencias en las copas de los árboles, que incluyen todas las comodidades y servicios, como restaurante, piscina, casa club y spa. Estudios hoteleros recientes han demostrado que las propiedades de uso mixto como esta ofrecen la mayor rentabilidad y la capacidad de resistir las caídas del mercado, como las ocurridas durante la pandemia.