El terreno ofrece una armoniosa combinación de selva y pastizales, con áreas naturales aptas para la construcción y otras que pueden desarrollarse con maquinaria. Incluye 2.200 metros de caminos internos que dan acceso a diversas secciones de la finca, y el camino termina a solo 20 metros del río.

Esta granja de 164.8 acres ofrece privacidad, situada al final del camino y a solo 20 minutos de la playa, a una altura de aproximadamente 1,000 pies. Esta elevación proporciona un escape refrescante del calor costero. La finca cuenta con un arroyo con pequeñas cascadas, perfecto para reuniones familiares o para crear un retiro sereno junto al agua. La propiedad bordea un río en su punto más bajo con agradables pozas para nadar, que desemboca en Dominical. Este río es un lugar popular para el rafting, con recorridos que concluyen en Dominical Beach, una característica valiosa que podría aumentar el atractivo de la propiedad. La finca está equipada con electricidad en la entrada, y el agua no es un problema ya que hay algunos manantiales en la propiedad, que proporcionan agua fresca y de buena calidad durante todo el año. Además, tiene dos pozos artesianos con concesión. En el punto más alto de la finca, las bonitas vistas al mar y las impresionantes puestas de sol crean una ubicación ideal para una casa principal.

La parte baja de la propiedad ofrece mayor privacidad, espectaculares vistas a la montaña, el relajante sonido del río y la brisa del mismo. Esta zona también es ideal para construir un refugio, con dos accesos a la vía pública. Esta finca es la oportunidad de poseer un trocito de paraíso. Para una visita privada y más información, contáctenos.

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