Esta gran finca en la Zona Sur ofrece la experiencia natural más auténtica de Costa Rica. En este magnífico paraíso, los propietarios pueden conservar el medio ambiente, cultivar sus propios productos orgánicos y contribuir a la preservación de la pureza de Costa Rica. Además de las dos casas, la propiedad cuenta con áreas agrícolas y de reforestación que albergan cuevas, hermosos arroyos y ríos. Innumerables aventuras se pueden encontrar en esta propiedad y sus alrededores. Este terreno es hermoso e ideal para quienes buscan vivir en un entorno puro, cultivar sus propios alimentos orgánicos, estar rodeados de naturaleza prístina y vivir en armonía con su entorno. ¡El esfuerzo de reforestación realizado en esta finca ha sido magnífico! Se han plantado miles de árboles frutales y de madera noble de diversas especies con altas tasas de supervivencia. Algunos de estos árboles incluyen: cedro amargo, ron ron, fruta dorada, ceiba pentandra, almendro montana, roble sabana, cachimbo o cristóbal, espavel, gallinazo y amarillon. Hay amplio espacio y tierra fértil para plantar y cultivar su propio huerto orgánico de frutas y verduras. La propiedad también cuenta con pastizales, bosque talado y bosque en regeneración. Para sentir realmente la esencia de esta increíble propiedad, ¡es imprescindible visitarla en persona! La Zona Sur es única por su abundancia de animales y vida silvestre. La preservación de esta área es esencial para mantener la impresionante belleza de Costa Rica para las generaciones futuras.