Esta villa paradisíaca ofrece la experiencia costarricense por excelencia para quienes disfrutan de temperaturas frescas, abundante vida silvestre y vistas panorámicas. Ya sea descansando en la piscina infinita o observando aves desde el rancho, esta joya única inspira serenidad.

Ubicada a 250 metros sobre las playas de Uvita, esta casa de 111.5 metros cuadrados se encuentra en la cima de una montaña y está orientada hacia las espectaculares vistas suroeste del océano y el valle. Construida en 2015, esta casa fue meticulosamente construida con bloques de concreto y cimientos y paredes de varilla corrugada. Desde la cima del techo hasta el sistema séptico, cada detalle del prestigioso constructor es sinónimo de calidad. Por ejemplo, el techo abovedado de cedro rojo cuenta con un diseño especial de cúpula para maximizar la ventilación (piense en un interior fresco incluso en el calor del verano). El plano de planta de una sola planta ofrece dos dormitorios y dos baños completos separados por la gran sala que incluye la cocina, el comedor y la sala de estar. La cocina está revestida de granito, gabinetes de cedro rojo lacado y electrodomésticos de acero inoxidable. La amplia isla ofrece amplio espacio para que el chef trabaje y para que sus invitados se relajen.

El dormitorio principal cuenta con una cama tamaño queen, vista al mar y un vestidor seguro. Entre los muchos atractivos de esta casa, la refrescante ducha privada al aire libre es una de las favoritas. Está revestida con piedra de río lisa y ofrece vistas a la selva y su fauna. Aunque rara vez lo necesitará en esta cima, el dormitorio principal está equipado con aire acondicionado y ventilador. El lavadero se encuentra detrás del dormitorio principal, con acceso a la lavadora y secadora de dos puertas, además de espacio de almacenamiento adicional y artículos de limpieza. En las fotos de arriba, el segundo dormitorio cuenta con una cama plegable que se integra con los gabinetes de madera noble, o puede usarse como oficina con vista al mar. Desde la cama, la vista a la piscina y al horizonte del Pacífico es divina.

Como pasaban tanto tiempo al aire libre, hace cuatro años los propietarios construyeron un rancho de 9,5 metros cuadrados con las mejores vistas de la propiedad. Entre las atracciones visuales se incluyen la siempre cambiante formación de arrecifes Cola de Ballena, la Isla de Caño, la Isla Ballena, la Península de Osa, las montañas de Talamanca que descienden hasta las brillantes luces de Uvita y (quizás el punto culminante más subestimado) la exuberante selva que rodea la casa. Los propietarios comentaron repetidamente que la vida silvestre es abundante y gloriosa, un paraíso para los observadores de aves (y monos); incluso con sus binoculares se pueden avistar ballenas durante la temporada migratoria. La propiedad mide apenas 2,5 hectáreas, pero no hay nadie visible debajo ni a los lados. Es imposible exagerar la amplitud y privacidad que transmite esta casa.

Los amantes del sol disfrutarán del patio de baldosas y, por supuesto, de la piscina infinita. Hay una cochera cubierta y una pequeña zona de aparcamiento una vez dentro de la puerta de madera/metal. Si desea añadir un dormitorio, hay un espacio detrás del lavadero que sería perfecto. Por último, la casa se encuentra junto a una carretera 4x4 con poco tráfico y vigilancia nocturna, así que podrá descansar tranquilo en este lugar seguro y tranquilo.
(DP-RM)